De la antiquísima
población de Lima no queda, en el presente, ninguna huella o vestigio: el
pueblo del Cacique de Lima estaría, seguramente en el valle de su nombre, al
pie del Cerro san Cristóbal y en la margen izquierda del río Rímac, cuyas aguas
alimentaron, en toda época, la vida de sus moradores y fertilizaron las
producciones de su suelo; ocuparía, probablemente, una pequeña eminencia en el
perímetro de la Basílica Metropolitana
actual y frente a la Plaza
de Armas;; en los otros sectores del terreno que se escalonaban por el lado del
Carmen Alto hasta el Cercado (por tener murallas), habrían seguramente, otras
pequeñas aldeas. De la antigua población de Lima no ha quedado sino el nombre
cuya etimología debe buscarse en el idioma aymará, pues, la mayor parte de las
toponimias de este valle se halla en dicha lengua.
El nombre de Lima
serviría, también, para designar el valle o región de Lima; pues, otras aldeas
pre-hispánicas se hallarían situadas en los barrios que actualmente, se llaman:
calle de Maravillas, el Martinete, Debernardi, a orillas del Rímac, por cuanto
que, en esos sitios, se ha encontrado restos de cerámica indígena y algo de
indumentaria; asimismo, en el barrio de la actual Pachacamilla se encuentra
indicios de haber existido una aldea antigua. Pero, donde se ofrece el tipo de
esta construcción mas antigua, con toda su majestad, es en las Pirámides de
“Maranga”; razón por la cual el Prof. Max Uhle llama a esta arquitectura con el
nombre de “Proto-Lima”.
El Cacique Taulichusco, Ultima autoridad inca del Valle del
Rímac, antes de la llegada de Pizarro y sus soldados. (acuarela de Milner
Cajahuaringa)
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